Elimar Semprún es ama de casa. En Ecuador no ha podido conseguir trabajo como enfermera, su profesión, pero se las ha ingeniado para poder llevar el pan a la mesa junto a su pareja y su hijo Pedro.
El cambio de país generó en Pedro una fuerte depresión que Elimar combatió con mucho amor, apoyo, cuidado y sobretodo una serie de notitas diarias con las que motivaba a su hijo antes de salir. Una muestra de que los pequeños detalles hacen la diferencia.