Jenny Maldonado es docente en el sur de Quito, y en tiempo de pandemia fue víctima de una crisis de ansiedad. Ella entendió que lo que le estaba pasando también afectada a la salud emocional de sus alumnos. Una vez que logró superar este duro momento, su pasión por la docencia la impulsó a dar lo mejor para ayudar a que sus estudiantes no dejen las aulas. Ella entendió que no solo debe llenar su cabeza de conocimientos, sino también su corazón de amor.