Karina Bracho vive al norte de Quito junto a sus tres hijos, con los cuales comparte todos sus sueños, principalmente el de algún día poder verlos como profesionales. Pero para ello sabe que tiene que apoyarlos en su educación.
Desde que llegaron al Ecuador se han instalado en un pequeño departamento en donde no hay nada más que sus colchones. El piso ha sido su mesa de comedor y escritorio para los deberes. Y es que no importa en donde lo hagan, estudiar es su labor más importante.