Gabriel es un psicólogo educativo que quiso seguir esta profesión desde niño, ya que tenía la necesidad de ayudar a la gente. Su mayor reto es hacer que los estudiantes sean parte de la institución. Trabaja como personal DECE de la Unidad Educativa San Francisco de Cuenca. Le gusta integrar a los estudiantes para cambiar el “chip” de inseguridad que llevan puesto. Considera que la escuela es el lugar ideal para sentirse protegido y en donde los y las estudiantes pueden sentirse felices.